El uso de drones está experimentando un auge brutal. Hasta la fecha no existe en España normativa de ningún tipo que regule su uso, sin embargo, todo apunta a que el ministerio de fomento, consciente del filón económico que puede suponer su regulación, ha comenzado la redacción del anteproyecto que normalice su uso.
En la foto de arriba vemos el último modelo de la compañía francesa Parrot. Dirigido desde un casco de realidad virtual es capaz de alejarse hasta 100 metros del piloto o de seguir rutas marcadas en la pantalla de nuestro móvil.
Este modelo de SenseFly recorre grandísimas extensiones de terreno rural controlando la aparición de incendios, revisando la masa vegetal, tomando fotos de alta resolución, monitorizando áreas de cultivo,...
Los dones ya también se han hecho un hueco en el mundo audiovisual: grabación de anuncios publicitarios, tomas para cine,...
Este dron de la compañía Titan Aerospace, propulsado por energía solar, es capaz de mantenerse en vuelo de forma prolongada a muy bajo coste. Recientemente Google ha adquirido la compañía con el fin de utilizarlos para alargar los tentáculos de la red a zonas de difícil acceso, en la as que el despliegue de infraestructura sea complejo. Un solo dron es capaz de cubrir un área de 17000 kilómetros cuadrados, extensión para la que serían necesarias más de 100 torres convencionales de telefonía móvil.
